jueves, junio 15, 2006

Llegamos a la isla Eolia, donde moraba Eolo Hipótada, caro a los inmortales dioses, isla flotante, a la cual cerca broncíneo e inquebrantable muro, y en cuyo interior álzase escarpada roca. A Eolo naciéronle doce vástagos en el palacio: seis hijas y seis hijos florecientes; y dio aquellas a estos para que fuesen sus esposas. Todos juntos, a la vera de su padre querido y de su madre veneranda, disfrutan de un continuo banquete en el que se les sirven muchísimos manjares. Durante el día percíbese en la casa el olor del asado y resuena toda con la flauta; y por la noche duerme cada uno con su púdica mujer sobre tapetes, en torneado lecho.

Este fragmento de La Odisea lo saqué de http://www.odisea.com.mx/ y corresponde a los versos 1-12 del canto X. Reconozco la influencia de El libro de los Dioses de Ismael Espinosa del cual vi alguna vez algunas reproducciones en la revista Atenea. Si eres ingeniero los artículos de Wikipedia acerca de La Odisea y Eolo te podrían ayudar.

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